El organismo de control de la competencia de Canadá dice que el gobierno federal debería considerar flexibilizar las reglas restrictivas sobre cómo debe empaquetarse el cannabis y aumentar la cantidad de ingredientes psicoactivos permitidos en productos comestibles para ayudar a la industria a prosperar y acabar con el mercado negro manteniendo al mismo tiempo la seguridad pública.
La agencia de salud está actualizando la Ley de Cannabis, la ley federal que legalizó los productos de cannabis en Canadá desde 2018.
Se espera que esas reglas se actualicen a principios del próximo año, y el organismo de competencia tuvo la tarea de dar su opinión sobre cómo para mejorar la industria.
Después de lanzarse con mucha fanfarria y valoraciones altísimas, el negocio de la venta de cannabis ha fracasado a medida que la industria se ha visto plagada de problemas de producción, gestión, marketing y demanda.
3 recomendaciones principales
Si bien más de 1.000 empresas tienen actualmente licencia para producir o vender cannabis en Canadá, muchas han fracasado y pocas han sido rentables. Al mismo tiempo, el mercado negro ha seguido prosperando, al atender a clientes que no reciben lo que quieren de la industria legítima debido a regulaciones engorrosas.
No hay paquete de 6 para usted: vendedor de bebidas de cannabis dice que las regulaciones asfixian a la industria
La oficina describió tres recomendaciones principales para ayudar a arreglar la industria, todas las cuales, según dice, impulsarán las opciones de los consumidores, fomentarán la innovación y acabarán con el mercado negro.
La oficina recomienda que la agencia de salud considere ajustar la cantidad de tetrahidrocannabinol (THC) que se puede incluir en una porción de cannabis comestible. El THC es el ingrediente psicoactivo del cannabis que produce un subidón en los consumidores y, según las normas actuales, ese límite está limitado a 10 miligramos por porción, pero muchos productos del mercado negro ofrecen cantidades mucho más potentes.
La segunda recomendación es aliviar las restricciones a la promoción, el envasado y el etiquetado del cannabis, para permitir que los vendedores legales informen mejor a los consumidores sobre las diferencias entre los productos. Actualmente, las reglas estipulan que los productos de cannabis deben venderse en envases en su mayoría anodinos, y en algunos casos incluso restringen la cantidad de colores que puede haber en el paquete.
La recomendación final es revisar el proceso de concesión de licencias y los costos relacionados con el cumplimiento normativo para garantizar que sean mínimamente intrusivos para la competencia.