Recientemente, científicos de la Universidad del Sur de Australia (UNSA) propusieron una solución innovadora para mejorar la eficacia del cannabidiol (CBD) en el tratamiento de la epilepsia, la esclerosis múltiple y otras enfermedades neurodegenerativas.
El investigador principal, el profesor Sanjay Garg, afirmó que este avance, publicado en la Revista Internacional de Ciencias Moleculares, permite que los pacientes reciban un tratamiento más consistente y eficaz con dosis más bajas de fármacos orales de CBD. El cannabidiol (CBD) es un compuesto no psicoactivo de la planta de cannabis. Se utiliza ampliamente por sus propiedades analgésicas, antiinflamatorias y neuroprotectoras, pero su aplicación clínica se ha visto limitada por su baja solubilidad en agua y baja absorción en el cuerpo humano.
Al desarrollar un complejo de fosfolípidos (una clase de lípidos que contienen fósforo), investigadores de la Universidad del Sur de Australia aumentaron la solubilidad del cannabidiol hasta seis veces y mejoraron su absorción en el tracto gastrointestinal.
Actualmente, solo una pequeña fracción del CBD ingerido por vía oral llega al torrente sanguíneo, lo que limita su efecto terapéutico. Para una introducción sistemática y detallada sobre la administración y transmisión del cannabidiol, consulte: «Esencia: Ya sea que la industria china del cannabidiol esté abierta a productos farmacéuticos o cosméticos, este documento sobre la administración del CBD y sus datos clave es de lectura obligada».
“Como resultado, se han explorado diversas formulaciones, incluyendo CBD sintético, sistemas de administración autoemulsionantes y encapsulación de CBD en partículas de matriz de gelatina, pero todos estos enfoques han dado como resultado solo mejoras menores en la biodisponibilidad”, afirmó el profesor Garg.
Su equipo de investigación determinó la composición óptima de fosfolípidos para la formación de partículas nanométricas de CBD-PLC. En comparación con el CBD puro, los complejos de fosfolípidos mejoraron significativamente la liberación del fármaco al aumentar la velocidad de disolución del 0 % al 67,1 % en tres horas.
En estudios de captación celular, el CBD-PLC mostró una penetración un 32,7% mayor que el CBD no modificado, lo que garantiza una mayor absorción del fármaco a través de la pared intestinal.
Otra ventaja clave de este nuevo sistema de administración es su estabilidad. Las formulaciones tradicionales de CBD se degradan con el tiempo al exponerse al calor, la luz o el oxígeno, lo que reduce su potencia y su vida útil. Sin embargo, pruebas realizadas durante 12 meses han demostrado que el CBD-PLC mantiene su rendimiento en diversas condiciones de almacenamiento, lo que lo convierte en una opción más fiable para aplicaciones farmacéuticas.
Thabata Muta, primer autor del estudio y estudiante de doctorado en la Universidad de Australia del Sur, afirmó que los hallazgos tienen importantes implicaciones para el futuro de las terapias basadas en CBD. «Una mayor biodisponibilidad significa que una dosis menor puede lograr el mismo efecto terapéutico, lo que podría reducir los efectos secundarios y hacer que el tratamiento sea más rentable», afirmó Muta.
El equipo cree que esta innovación podría aplicarse no solo al CBD, sino también a otros fármacos poco solubles en agua. Actualmente, el equipo está explorando oportunidades de comercialización y ensayos clínicos para validar su nueva formulación.