Los neozelandeses que usan cannabis para ayudar con condiciones crónicas han dicho a los investigadores que la droga les permitió dejar otros medicamentos para el dolor, incluidos los opioides, lo que provocó nuevos pedidos de cambios en la política de drogas.
Una encuesta dirigida por la Universidad de Otago a 213 personas examinó los beneficios terapéuticos del cannabis en personas con afecciones diagnosticadas médicamente, como dolor crónico, ansiedad, TDAH, TEPT, problemas de salud mental o dificultad para dormir.
En toda la muestra, el 96 % de los que lo tomaron para el dolor dijeron que el cannabis les ayudó de alguna manera. El beneficio terapéutico autoinformado fue aún mayor en las personas con dificultad para dormir (97 %) y las personas con problemas de salud mental, autismo, TDAH, TEPT y dificultad para comer (98 %).
La mitad de todos los participantes dijeron que habían podido reducir o suspender los analgésicos recetados, como tramadol, pregabalina y codeína, o antidepresivos y ansiolíticos.